Iglesia Monacal

Iglesia Monacal

Localidad: San Juan de Ortega El Santo burgalés, nace en Quintanaortuño en el año 1080, en su peregrinación a Tierra Santa estuvo a punto de sufrir un naufragio. En este intento se encomendó a San Nicolás de Bari y le prometió que si le salvaba de las aguas le construiría una Capilla. No es la Iglesia principal la primera de sus obras, sino la Capilla de San Nicolás. La Iglesia Monacal se define de trazado, cabecera y cruceros románicos, de finales del siglo XII. Sobresalen por su expresividad algunos de los capiteles históricos. En el siglo XV se amplían las naves de los pies en estilo gótico. En estos últimos años se han realizado varias actuaciones de restauración en la Iglesia por parte de la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León. Se han acometido obras en las cubiertas y fachadas logrando embellecer más el conjunto monacal. También se han realizado actuaciones consistentes en el traslado del Sepulcro con los restos del Santo desde la Cripta a la planta superior ubicándolo en el ábside izquierdo. Esto fue debido a la inundación que sufrió la Cripta en el año 2005. Una vez atravesada la puerta de acceso a la Iglesia podemos observar como la luz y la blancura de la piedra iluminan y resplandecen de forma natural un conjunto de obras estructurales y monumentales. En una primera visión vemos el Baldaquino de San Juan de Ortega. El Baldaquino de San Juan de Ortega es de estilo gótico isabelino del año 1464 . En este baldaquino no descansan los restos del Santo. Se encuentra tallado con distintas escenas sobre la vida y milagros del Santo. Desde su viaje a Jerusalén, el milagro de los panes, la resurrección de un Peregrino, la cura de los ladrones que le robaban la destrucción del trabajo realizado por el Santo y la oración de los fieles ante el Sepulcro del Santo son parte de los detalles del sepulcro junto con las imágenes de seis santos que lo custodian. Atravesando el Baldaquino y entrando en la zona de oración podemos contemplar el ábside central. Este, de estilo románico, no pierde su claridad gracias a las tres ventanas abocinadas y cerradas con alabastro. En el ábside izquierdo podemos ver en un costado el retablo que narra la vida de San Jerónimo. Presidiendo el ábside encontramos la imagen de Santo Domingo de la Calzada, maestro del joven Santo. En este mismo ábside hoy se encuentra otro de los sepulcros dispuestos a San Juan de Ortega. Este de estilo románico también se encuentra sin utilizar. Esta magnífica pieza artística se considera de las más importantes dentro del arte funerario burgalés. En la tapa podemos ver la muerte del Santo y la ascensión del alma por dos ángeles. En el arca del sepulcro se puede ver a Cristo Pantocrator rodeado de los cuatro tetramorfos, Esta imagen de cristo se compone con las imágenes de los Apóstoles. Este Sepulcro no se llegó a terminar. En el ábside derecho vemos el retablo de la Virgen y el purgatorio. El Sepulcro, que provisionalmente se encuentra en esta zona, es el de San Juan de Ortega. Un sepulcro sencillo, sin adornos, es el que custodia los restos de San Juan de Ortega. Los tres sepulcros se encontraban en la Capilla de San Nicolás. Estos fueron trasladados a la Iglesia en 1964, el Baldaquino en la parte superior y los dos Sarcófagos en la cripta construida para el traslado. Hoy los dos Sarcófagos se encuentran en la planta superior por una inundación de la Cripta en Mayo de 2005. En este mismo ábside se encuentra una de muestras mayores joyas, el CAPITEL DE LA ANUNCIACIÓN. Este capitel románico también denominado Capitel de la Navidad muestra en todo su esplendor la Anunciación del arcángel Gabriel arrodillado ante María anunciándola que va a ser madre de Jesús. El segundo motivo, la Visitación de la Virgen a su prima Santa Isabel, se ve como ambas se abrazan y como Isabel pone su mano en el vientre de su prima, detrás se encuentra una sirvienta. En el centro del capitel el Nacimiento, la Virgen se encuentra acostada atendida por dos parteras. Encima de Maria se encuentra el pesebre con el Niño Jesús. La figura de San José , sentado y con actitud adormecida con el Ángel el cual en sueños le explica el milagro del nacimiento de Jesús. Se termina el capitel con la Anunciación del Ángel a los pastores, este detalle es poco vistoso por su ubicación pero igual de simbólico que el resto. Este capitel dos veces al año, coincidiendo con los equinoccios de primavera y otoño, un rayo de luz lo ilumina de forma sorprendente comenzando con la Anunciación del Ángel a Maria y terminando con el nacimiento. Este fenómeno ocurre el 21 de marzo a las 6 de la tarde y el 22 de septiembre a las 7 de la tarde. Queda mucho por definir sobre la Iglesia, pero será mejor que con estos pequeños datos se acerquen a conocer personalmente esta maravilla.

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Iglesia

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Localidad: San Juan de Ortega El Santo burgalés, que nace en Quintanaortuño en el año 1080, en su peregrinación a Tierra Santa estuvo a punto de sufrir un naufragio. En este intento se encomendó a San Nicolás de Bari y le prometió que si le salvaba de las aguas le construiría una Capilla. No es la Iglesia principal la primera de sus obras, sino la Capilla de San Nicolás. La Iglesia Monacal se define de trazado, cabecera y cruceros románicos, de finales del siglo XII. Sobresalen por su expresividad algunos de los capiteles históricos. En el siglo XV se amplían las naves de los pies en estilo gótico. En estos últimos años se han realizado varias actuaciones de restauración en la Iglesia por parte de la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León. Se han acometido obras en las cubiertas y fachadas logrando embellecer más el conjunto monacal. También se han realizado actuaciones consistentes en el traslado del Sepulcro con los restos del Santo desde la Cripta a la planta superior ubicándolo en el ábside izquierdo. Esto fue debido a la inundación que sufrió la Cripta en el año 2005. Una vez atravesada la puerta de acceso a la Iglesia podemos observar como la luz y la blancura de la piedra iluminan y resplandecen de forma natural un conjunto de obras estructurales y monumentales. En una primera visión vemos el Baldaquino de San Juan de Ortega. El Baldaquino de San Juan de Ortega es de estilo gótico isabelino del año 1464 . En este baldaquino no descansan los restos del Santo. Se encuentra tallado con distintas escenas sobre la vida y milagros del Santo. Desde su viaje a Jerusalén, el milagro de los panes, la resurrección de un Peregrino, la cura de los ladrones que le robaban la destrucción del trabajo realizado por el Santo y la oración de los fieles ante el Sepulcro del Santo son parte de los detalles del sepulcro junto con las imágenes de seis santos que lo custodian. Atravesando el Baldaquino y entrando en la zona de oración podemos contemplar el ábside central. Este, de estilo románico, no pierde su claridad gracias a las tres ventanas abocinadas y cerradas con alabastro. En el ábside izquierdo podemos ver en un costado el retablo que narra la vida de San Jerónimo. Presidiendo el ábside encontramos la imagen de Santo Domingo de la Calzada, maestro del joven Santo. En este mismo ábside hoy se encuentra otro de los sepulcros dispuestos a San Juan de Ortega. Este de estilo románico también se encuentra sin utilizar. Esta magnífica pieza artística se considera de las más importantes dentro del arte funerario burgalés. En la tapa podemos ver la muerte del Santo y la ascensión del alma por dos ángeles. En el arca del sepulcro se puede ver a Cristo Pantocrator rodeado de los cuatro tetramorfos, Esta imagen de cristo se compone con las imágenes de los Apóstoles. Este Sepulcro no se llegó a terminar. En el ábside derecho vemos el retablo de la Virgen y el purgatorio. El Sepulcro, que provisionalmente se encuentra en esta zona, es el de San Juan de Ortega. Un sepulcro sencillo, sin adornos, es el que custodia los restos de San Juan de Ortega. Los tres sepulcros se encontraban en la Capilla de San Nicolás. Estos fueron trasladados a la Iglesia en 1964, el Baldaquino en la parte superior y los dos Sarcófagos en la cripta construida para el traslado. Hoy los dos Sarcófagos se encuentran en la planta superior por una inundación de la Cripta en Mayo de 2005. En este mismo ábside se encuentra una de muestras mayores joyas, el CAPITEL DE LA ANUNCIACIÓN. Este capitel románico también denominado Capitel de la Navidad muestra en todo su esplendor la Anunciación del arcángel Gabriel arrodillado ante María anunciándola que va a ser madre de Jesús. El segundo motivo, la Visitación de la Virgen a su prima Santa Isabel, se ve como ambas se abrazan y como Isabel pone su mano en el vientre de su prima, detrás se encuentra una sirvienta. En el centro del capitel el Nacimiento, la Virgen se encuentra acostada atendida por dos parteras. Encima de Maria se encuentra el pesebre con el Niño Jesús. La figura de San José , sentado y con actitud adormecida con el Ángel el cual en sueños le explica el milagro del nacimiento de Jesús. Se termina el capitel con la Anunciación del Ángel a los pastores, este detalle es poco vistoso por su ubicación pero igual de simbólico que el resto. Este capitel dos veces al año, coincidiendo con los equinoccios de primavera y otoño, un rayo de luz lo ilumina de forma sorprendente comenzando con la Anunciación del Ángel a Maria y terminando con el nacimiento. Este fenómeno ocurre el 21 de marzo a las 6 de la tarde y el 22 de septiembre a las 7 de la tarde. Queda mucho por definir sobre la Iglesia, pero será mejor que con estos pequeños datos se acerquen a conocer personalmente esta maravilla.

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El antiguo monasterio y su claustro

El antiguo monasterio y su claustro

Localidad: San Juan de Ortega El Monasterio de San Juan de Ortega nace como consecuencia del viaje que realiza Juan a Tierra Santa. En su regreso de Tierra Santa por mar y trayendo consigo reliquias de los Santos Lugares sufre un naufragio. Ante tal desastre Juan se retira a un lado del barco se encomienda a San Nicolás de Bari para que le permita regresar sano y salvo. Juan promete a San Nicolás que si le salva de tal tempestad le construiría una ermita. San Nicolás salva a Juan y este a su regreso cumple la promesa. Comienza su promesa construyendo una pequeña ermita donde hoy se encuentra la actual Capilla de San Nicolás de Bari. En su labor no se encuentra solo y junto con una pequeña orden de Canónigos Regulares comienza su obra que inicialmente consta de un albergue, algunas celdas y la capilla. Mas adelante Juan inicia los trabajos de la Iglesia Monacal construyendo un templo de estilo románico pero no consigue terminar su obra quedándose a falta de las bóvedas. Con el fallecimiento de Juan el Monasterio pasa de los Canónigos Regulares a la orden de los Jerónimos en la segunda mitad del siglo XV. Los Jerónimos comienzan la construcción del claustro grande generando nuevas dependencias al Monasterio. Construyen un claustro de grandes dimensiones de estilo herreriano. En este claustro habitaran los Jerónimos hasta la llegada de la Desamortización de Mendizábal en 1835, desde esta fecha se pone fin a los Jerónimos en este Monasterio y queda desabitado hasta la actualidad. El abandono pasa factura al Monasterio y el tiempo lo convierte en ruina. En 1964 se comienzan las obras de restauración que tanto necesitaba el Monasterio de San Juan de Ortega. Se empieza restaurando la Iglesia Monacal y mas adelante se comienza la restauración del Claustro Herreriano. Este queda sin finalizar como se puede contemplar el las fotografías. Hoy todavía se habla de finalizar las obras de restauración proyectadas en más de 4 millones de euros. Ver imágenes publicadas en la Galería de Imágenes

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Capilla de San Nicolás de Bari

Capilla de San Nicolás de Bari

Localidad: San Juan de Ortega El edificio más antiguo y el más noble del Monasterio de San Juan de Ortega, es la Capilla de San Nicolás de Bari. También se le conoce como "Capilla del Santo". Fue construida por el mismo Santo para dar cumplimiento a una promesa. Cuando Juan llegó a estos parajes para hacer vida eremítica, construyó -con la autorización de doña Urraca- un sencillo refugio. Sirvió para acoger a algunos peregrinos y como casa de los primeros compañeros y familiares que vinieron a Ortega y se quedaron para ayudarle en su obra. Fue, pues, este albergue la primera construcción, aunque fuera provisional. Regresando de Tierra Santa, una furiosa tempestad amenazó con hacer naufragar el barco que lo traía. Nuestro Santo se puso en oración y suplicó al Señor, por intercesión de San Nicolás de Bari, que los salvase del peligro. Respaldó su oración con la promesa a San Nicolás de edificarle una ermita. Se obró el milagro y Juan cumple su promesa. A su regreso, viendo que no había todavía paz en Castilla, decide retirarse a los Montes de Oca y vivir en su ciudad. Cuando hacia el 1115 se establece en el territorio una relativa calma solicita de Alfonso el Batallador -que es quien gobierna en esta tierra- autorización para construir el templo prometido. Obtuvo fácilmente la autorización y emprendió de inmediato la obra. Entre los que han venido para ayudarle está su hermano Martín. Los ladrones y facinerosos refugiados en estos montes obstaculizan su labor : roban las herramientas, queman las carretas e incluso le amenazan de muerte. Pero el Santo sigue adelante con más brío y en ello gasta su fortuna y la de su hermano. Incluso va a los pueblos limítrofes a pedir limosna para poder seguir. Rica o pobre, una vez terminada pudo traer a ella las numerosas reliquias que con tanto cariño reunió en los santos lugares. Entre ellas, la de San Nicolás de Bari, su abogado y protector. La pequeña capilla fue elegida para enterrar al Santo. Historia de San Nicolás de Bari Su nombre significa "Protector y defensor de pueblos". Este santo fue tan popular en la antigüedad, que se le han consagrado en el mundo más de dos mil templos. Era invocado en los peligros, en los naufragios, en los incendios y cuando la situación económica se ponía difícil, y la gente conseguía por su intercesión favores admirables. Por haber sido tan amigo de la niñez, en su fiesta se reparten dulces y regalos a los niños, y prácticamente con esta fecha se empezaban las festividades de diciembre. Como en alemán se llama "San Nikolaus", lo empezaron a llamar Santa Claus, (entre nosotros lo llamaron Papá Noel). Nació en Licia, Turquía, de padres muy ricos. Desde niño se caracterizó porque todo lo que conseguía lo repartía entre los pobres. Decía a sus padres: "sería un pecado no repartir mucho, siendo que Dios nos ha dado tanto". Tenía un tío que era obispo y este lo consagró como sacerdote. Al morir sus padres atendiendo a los enfermos en una epidemia, él quedó heredero de una inmensa fortuna. Entonces repartió sus riquezas entre los pobres y se fue de monje a un monasterio. Después quiso visitar la Tierra Santa donde vivió y murió Jesús, y al volver de allá llegó a la ciudad de Mira (en Turquía) donde los obispos y sacerdotes estaban en el templo discutiendo a quién deberían elegir como nuevo obispo de la ciudad, porque el anterior se había muerto. Al fin dijeron: "elegiremos al próximo sacerdote que entre al templo". Y en ese momento sin saber esto, entró Nicolás y por aclamación de todos fue elegido obispo. Por eso se le llama San Nicolás de Mira. En oriente lo llaman Nicolás de Mira, por la ciudad donde estuvo de obispo, pero en occidente se le llama Nicolás de Bari, porque cuando los mahometanos invadieron a Turquía, un grupo de católicos sacó de allí en secreto las reliquias del santo y se las llevó a la ciudad de Bari, en Italia. En esa ciudad se obtuvieron tan admirables milagros al rezarle a este gran santo, que su culto llegó a ser sumamente popular en toda Europa. Es Patrono de los marineros, porque estando unos marineros en medio de una terribilísima tempestad en alta mar, al igual que en su día Juan de Quintanaortuño cuando regresaba de su viaje de Tierra Santa, empezaron a decir: "Oh Dios, por las oraciones de nuestro buen Obispo Nicolás, sálvanos". Y en ese momento vieron aparecer sobre el barco a San Nicolás, el cual bendijo al mar, que se calmó, y en seguida desapareció. San Juan de Ortega en sus plegarias a San Nicolás de Bari le prometió que si le salvara de la tempestad le construiría un templo. Ese templo es en el que hoy veneramos a San Juan de Ortega y en el que todos los 6 de Diciembre festividad de la Constitución Española recordamos la figura de San Nicolás de Bari que gracias a su intercesión nos ha permitido que San Juan de Ortega sea lo que en su día fue y en la actualidad sigue siendo. Dicen que el Santo murió el 6 de diciembre del año 345. Ver la Galería de Imágenes sobre la Capilla de San Nicolás.

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Refugio de Peregrinos

Refugio de Peregrinos

Localidad: San Juan de Ortega Después de más de 5 décadas siendo Refugio Parroquial, hoy el Refugio de Peregrinos de San Juan de Ortega ha sido cedido por parte del Cabildo Metropolitano de Burgos a una Fundación para su gestión.

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El capitel de la anunciacion

El capitel de la anunciacion

Localidad: San Juan de Ortega Hay una serie de capiteles de época románica donde parece intervenir varios artistas. La mayoría son de tipo vegetal, que surge en este templo quizás por ser un punto avanzado del Camino Jacobeo, pero aparecen también algunos ejemplos figurativos románicos de notable interés. sobresale el triple capitel que hay en el ábside septentrional, donde se desarrolla una secuencia de escenas del ciclo de la Navidad, cuya temática está relacionada con el segundo maestro de Silos y muestra un arte naturalista de gran elocuencia descriptiva. A la izquierda vemos la Anunciación donde vemos al Arcángel Gabriel arrodillado ante María en actitud de especial consideración hacia ella por su destino de madre de Dios. No hay rótulo narrando el mensaje divino sino que está expresado por la cruz que lleva en la mano izquierda, señalándola con el índice de su derecha se trata de una cruz con forma patada, de tradición hispano visigoda cuya morfología persistió en lo asturiano y mozárabe hasta la época románica y algunos momentos góticos es una cruz de mango o procesional que precede a las autoridades y que es el gran signo de la cristiandad. La Virgen recibe el anuncio sobrenatural y queda admirada, pero acepta la voluntad divina con el gesto de sus manos abiertas hacia adelante. A continuación representa la Visitación de la virgen a su prima Santa Isabel, a la cual comunica que ya ha concebido en su seno a Dios las dos primas se funden en el convencional abrazo al tiempo que Isabel pone su mano izquierda en el vientre de su prima para destacar el estado de expectación de María detrás se encuentra una sirvienta que le habría acompañado en el viaje -también la vemos en el mismo tema de la iglesia burgalesa de San Quirce. En la parte central del triple capitel está el momento culminante del ciclo, el del Nacimiento, desarrollado con numerosos detalles anecdóticos. En la parte inferior se encuentra la virgen, acostada en la cama y atendida por la solicitud de dos parteras, Zelomí y Salomé, según dice el Pseudomateo, de las que una cuida directamente a la madre en la cabecera, y otra queda casi oculta detrás con un recipiente María apoya la mejilla en su mano izquierda, sin duda para manifestar el dolor que siente, actitud que se aprecia en otros ejemplos medievales y al mismo tiempo aumenta la alusión al dolor al colocar la mano derecha sobre su vientre. Encima está el pesebre sobre el que han dispuesto al Niño Jesús, que es protegido de la intemperie por el calor que le proporcionan la mula y el buey asomados detrás. Tres lámparas de aceite cuelgan de una tabla del techo, mientras culmina el ambiente una estrella que brilla en el centro destacando el simbolismo de la luz de Jesús. Completa la escena la figura de San José, sentado a la izquierda, adormecido, en la conocida actitud ajena a lo representado que tiene varias interpretaciones. Una es precisamente su carácter de padre putativo que no interviene en el nacimiento pero en este caso es otro matiz el que se representa, pues la compañía de un ángel sugiere un sueño en el que recibe un mensaje divino para que no repudiase a su esposa y explicarle las circunstancias sobrenaturales por las que ella estaba encinta. Termina el ciclo del triple capitel con una epifanía, el Anuncio a los pastores, que aquí se representa en una escena simplificada por la limitación del espacio. Sólo está sugerida por un pastor con su rebaño, al tiempo que escucha el mensaje del ángel que con el índice de la mano derecha señala hacia la estrella y el Niño Jesús. Este capitel dos veces al año, coincidiendo con los equinoccios de primavera y otoño, un rayo de luz lo ilumina de forma sorprendente comenzando con la Anunciación del Ángel a Maria y terminando con el nacimiento. Este fenómeno ocurre a las 5 de la tarde, hora solar, el 21 de marzo (a las 6 de la tarde) y el 22 de septiembre (a las 7 de la tarde).

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