Aunque con un ritmo lento, debido a la climatología y a la necesidad de preparar los espacios en los que se va a intervenir, los primeros trabajos de la primera fase del proyecto de restauración y puesta en valor del monasterio de San Juan de Ortega ya se han iniciado y si se cumplen los plazo estará terminados en 2016.
En esta primera fase de rehabilitación, adjudicada por 3,1 millones de euros a la UTE San Juan de Ortega, formada por las empresas Contratas y Obras San Gregorio y Rearasa, se llevarán a cabo labores como la restauración de las cubiertas y sus armaduras estructurales y de paramentos exteriores de piedra. Además se procederá a la construcción de una nueva arquearía en el ala norte del claustro, completando el conjunto y aprovechando los elementos originales que estén en buen estado y que ahora se almacenan en el exterior del monasterio.
Además, también se procederá al refuerzo de las alfarjías, adaptándolas a las nuevas necesidades estructurales y de uso que tendrá el inmueble, y de todos los núcleos de comunicación vertical;igualmente, el proyecto contempla la distribución interior de las plantas baja, entreplanta y segunda para la habilitación de espacios comunes y de alojamientos. También se llevarán a cabo reparaciones locales en la terraza situada sobre el atrio de la capilla de San Nicolás, una de las zonas del conjunto en el que más problemas se han detectado en los últimos años.
Los operarios de las empresas adjudicatarias trabajan en estos primeros días en la eliminación de tabiques que se han ido realizando a lo largo de los años para habilitar distintas estancias y también en la retirada de diverso material, es decir están limpiando y preparando las distintas zonas en la que está previsto intervenir a lo largo de los próximos años para consolidar este inmueble en el que apenas se han realizado intervenciones de conservación en los últimos tiempos y que se encuentra en un lamentable estado de conservación, a pesar de su valor.
En los planos de la restauración, en cuanto a usos de las estancias, se indica que en el sótano se ubicará un salón de usos múltiples y en la planta baja una cafetería, un restaurante, terraza y zonas comunes del albergue que ocuparía el claustrillo donde está ahora. En la entreplanta y planta primera estarán las habitaciones de la hospedería, mientras que la segunda se destinará a centro asistencial para enfermos terminales con doce habitaciones, enfermería, consultorio médico, sala de estar y comedor, instalaciones que gestionará la Fundación Diper.
Futuros usos
La ambiciosa actuación que ahora comienza es la que estaba prevista en el convenio de colaboración suscrito en 2009 por la Junta de Castilla y León, la Fundación Caja de Burgos y el Arzobispado de Burgos en 2009. En ese convenio se establece un periodo de vigencia para la realización de esta primera fase de consolidación de monumento hasta el 31 de diciembre de 2016. La segunda fase de las obras, que tendrá un coste de unos tres millones de euros, en total en el convenio se contemplaba una inversión superior a los seis millones de euros, se definirá los usos futuros del inmueble.
El principio, tal y como se contempla en el convenio, el histórico monasterio albergará un centro cultural, un albergue de peregrinos y un espacio asistencial, y además contará con un centro de documentación e investigación jacobeo, lo que reforzará el papel y la imagen de San Juan de Ortega como hito jacobeo.
Aunque con un ritmo lento, debido a la climatología y a la necesidad de preparar los espacios en los que se va a intervenir, los primeros trabajos de la primera fase del proyecto de restauración y puesta en valor del monasterio de San Juan de Ortega ya se han iniciado y si se cumplen los plazo estará terminados en 2016.
En esta primera fase de rehabilitación, adjudicada por 3,1 millones de euros a la UTE San Juan de Ortega, formada por las empresas Contratas y Obras San Gregorio y Rearasa, se llevarán a cabo labores como la restauración de las cubiertas y sus armaduras estructurales y de paramentos exteriores de piedra. Además se procederá a la construcción de una nueva arquearía en el ala norte del claustro, completando el conjunto y aprovechando los elementos originales que estén en buen estado y que ahora se almacenan en el exterior del monasterio.
Además, también se procederá al refuerzo de las alfarjías, adaptándolas a las nuevas necesidades estructurales y de uso que tendrá el inmueble, y de todos los núcleos de comunicación vertical;igualmente, el proyecto contempla la distribución interior de las plantas baja, entreplanta y segunda para la habilitación de espacios comunes y de alojamientos. También se llevarán a cabo reparaciones locales en la terraza situada sobre el atrio de la capilla de San Nicolás, una de las zonas del conjunto en el que más problemas se han detectado en los últimos años.
Los operarios de las empresas adjudicatarias trabajan en estos primeros días en la eliminación de tabiques que se han ido realizando a lo largo de los años para habilitar distintas estancias y también en la retirada de diverso material, es decir están limpiando y preparando las distintas zonas en la que está previsto intervenir a lo largo de los próximos años para consolidar este inmueble en el que apenas se han realizado intervenciones de conservación en los últimos tiempos y que se encuentra en un lamentable estado de conservación, a pesar de su valor.
En los planos de la restauración, en cuanto a usos de las estancias, se indica que en el sótano se ubicará un salón de usos múltiples y en la planta baja una cafetería, un restaurante, terraza y zonas comunes del albergue que ocuparía el claustrillo donde está ahora. En la entreplanta y planta primera estarán las habitaciones de la hospedería, mientras que la segunda se destinará a centro asistencial para enfermos terminales con doce habitaciones, enfermería, consultorio médico, sala de estar y comedor, instalaciones que gestionará la Fundación Diper.
Futuros usos
La ambiciosa actuación que ahora comienza es la que estaba prevista en el convenio de colaboración suscrito en 2009 por la Junta de Castilla y León, la Fundación Caja de Burgos y el Arzobispado de Burgos en 2009. En ese convenio se establece un periodo de vigencia para la realización de esta primera fase de consolidación de monumento hasta el 31 de diciembre de 2016. La segunda fase de las obras, que tendrá un coste de unos tres millones de euros, en total en el convenio se contemplaba una inversión superior a los seis millones de euros, se definirá los usos futuros del inmueble.
El principio, tal y como se contempla en el convenio, el histórico monasterio albergará un centro cultural, un albergue de peregrinos y un espacio asistencial, y además contará con un centro de documentación e investigación jacobeo, lo que reforzará el papel y la imagen de San Juan de Ortega como hito jacobeo.
Fuente de la noticia:
Diario de Burgos - Edición digital 13 de octubre de 2013.